miércoles, 10 de septiembre de 2014

Levantar el vuelo en la tierra hacia lo verdaderamente importante con ayuda del gran corazón de los padres.



Levantar el vuelo en la tierra hacia lo verdaderamente importante con ayuda del gran corazón de los padres.

Muchas veces algunos padres queriendo o inconscientemente  lanzan a sus hijos directo a la muerte, en su loco afán de que cumplan con el sueño propio y sin pensar que las consecuencias serán fatales. Debemos impulsar a nuestros hijos a crecer en amor, a que aprendan a volar pero aquí en la tierra no sobre las nubes, a ser independientes, respetuosos, amables, educados, generosos, responsables, virtuosos… y todo ello sin exagerar, exigiéndoles metas a llegar de acuerdo a su edad  con motivación  amorosamente sin obligarlos. Nosotros bien sabemos cuando nuestras exigencias rebasan límites y estos terminan con los sueños y la alegría de los chicos. Debemos guiarlos, y dejarlos en libertad para cumplir sus propios sueños, claro sueños que sean obvios de poderse realizar, si  tu hijo tiene el sueño de algún día escalar una montaña, comenzar por preparaciones de acuerdo a su edad, cuando sea adulto con la atención que se le brindó quizá escale el Everest bajo su propia responsabilidad. Hablando de sueños  los de mis hijas es ser y hacer mil cosas entre ellas  las enumero conjuntas pero cada una de ellas tiene su propio sueño:, bailarina profesional, tener su propia academia, diseñadora de modas, tener una enorme biblioteca, abrir una casa hogar donde darían todo su amor a niños necesitados, ir por las calles y ayudar a gente indigente, ser cantante de canciones con mensajes positivos, casarse, tener hijos y ser las personas valiosas que se han ido construyendo gracias primero a Dios por la vida otorgada, gracias a sus padres por el apoyo amoroso e incondicional, gracias a los abuelos, parientes, gente que las han rodeado, gracias a las experiencias vividas en donde algunas veces reina el dolor y la derrota y en otras ocasiones triunfa el despertar y el triunfo… y es larga la lista, lo más  importante es enseñarles a los chicos a valorar la vida, a disfrutarla con alegrías y altibajos a que sepan que rico no es aquel que tiene mucho sino el que da sin escatimar; también debemos ser pacientes y no exigirles nada que no sea acorde a su edad, dejarles que comiencen a soñar con su propio sueño desde pequeños, a empujarlos a vivir con alegría y entusiasmo a no obligarlos a hacer cosas locas y sin fundamento. Lo más importante es darles las herramientas necesarias para que valoren la vida y vivirla con amor, debemos aprovecharlos y vivir con ellos cada instante como si mañana ya se fueran hacia su mundo de adultos a realizar su propia vida. Tan corta es la vida, tan pequeño el momento de respirarla para desaprovecharla con cosas vanas. Amémoslos fuertemente, besémoslos con el corazón, acompañémoslos en su desánimo y levantémoslos en sus caídas; abrasémoslos a diario sin dejar de acrecentar su autoestima minuto tras minuto. Sabrán que con esto serán seres extraordinariamente felices y no necesitaran manejar un avión para levantar su vuelo a la felicidad eterna.
Betty Calderón