martes, 26 de abril de 2011

VACACIONES CON MIS HIJAS



¡Que alegría estamos de vacaciones con nuestras hijas!, la semana santa ya pasó y con ella creció la unidad familiar en mi hogar, mi esposo y yo hemos disfrutado tanto a nuestras hijas desde el despertar un poco más tardecito que en horario de clases, el desayuno con cafecito y pan, el incorporarlas al quehacer cotidiano en casa infundándoles que el trabajo dignifica al hombre y convenciéndoles en hacer labores en casa aún se tenga gente de servicio, puesto que así adquieren hábitos que les ayudarán en su vida diaria y futura; con todo esto hacemos una bonita coperatividad para después darle tiempo al juego. Disfrutamos a diario juegos familiares como el scrabble, el dominó, brincar la soga, a las escondidas, el lince... hasta la lotería conjugando con ellos la alegría, las risas, el saber, las destrezas y la competitividad desde una forma enriquecedora que alimente el ganar con júbilo y sin frivolidad y el perder con la consigna de mejorar para la próxima sabiendo que se juega con todo el esfuerzo y los cinco sentidos bien puestos pero que  si se llega a perder ya se hizo todo lo posible y no hay porque estar frustrados ni enojados sino aprender se esa experiencia para el siguiente empuje.
Tenemos todo el tiempo del mundo para estar juntos, para abrazarnos, besarnos, darnos unas palmaditas, alentarnos, reír , leer juntos lecturas enriquecedoras y abriendo entre todos diálogos sobre lo aprendido; hablar también de las enseñanzas de Dios y sobre todo estos días recordar juntos la vida de Jesús y su sacrificio que hizo por nosotros.
¡Huy!, que emocionante las comidas de estos días sin prisas y las cenas en familia esperando ver esa película familiar juntos y al cabo de ella unos juegos de almohadazos y después jugar a la gallina ciega sin ver el reloj porque estos días no hay tiempo ni hora que nos marque en que momento se termina el disfrute familiar.
Las vacaciones escolares es lo mejor que nos puede pasar como familia y aunque no se haya salido fuera de la ciudad o del país, nosotros como familia no necesitamos más que sentirnos tan cerca como estos días; los parques los hemos visitado, lugares recreativos, el jardín de la casa ha sido nuestra playa disfrutando la alberca inflable y tomando un poco de sol, no ha habido lugar tan exclusivo que nuestra privacidad, sin bullicio ni abarrotamiento de gente como lo hay en las playas estos días; es hermoso disfrutar tanto a los hijos y aprovecharlos al máximo siempre y más  en vacaciones, no hay ningún  aburrimiento si se tiene amor hacia ellos, solo falta darle rienda a la creatividad, dejar la pereza y recordar que la vida pronto pasa y si no aprovechamos el tiempo amando, enseñando, atendiendo, jugando y disfrutando con los hijos en esta vida hermosa y en el momento preciso, después lo lamentarémos.
Estamos ya casi listos para el regreso a clases, pero, ¿ por qué no aprovechamos hasta el último momento en convivir sanamente toda la familia?.


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